* Narra Liam *
Cuando hablé por whatsapp con Kim me quedé algo preocupado por ella. Desde que sale con el cerdo de Jack se está volviendo otra persona, pero claro, no me va a hacer caso y le va a dejar por mucho que insista, lo tengo asumido, como todos. Llevaba en Albert Square desde las 4:30 como habíamos acordado, eran las cinco menos cuarto y todavía no había aparecido. Cuando estaba a punto de irme una voz ronca pero alegre gritó mi nombre, me giré y allí estaba Kim, con su monopatín en la mano.
-Perdón por el retraso, pero me he entretenido un poco por el camino.
-No pasa nada Kim, ¿vamos a dar una vuelta por aquí y me cuentas todo? –Kim bufó, pero cuando le tendí la mano la agarró gustosamente y fuimos andando por el parque mientras me contaba lo ocurrido.
-Como siempre, Jack me llevó a una discoteca donde sirven alcohol barato, me emborrachó y fuimos a su casa… Yo no quería Liam, te lo juro, pero no podía pararle tan borracha como estaba.
-Kim, tienes que dejarle, no te hace ningún bien y lo sabes.
-Ya pero le quiero…
-Kim, sabes cómo es y lo que hace cuando tú no estás, zorrea con todo lo que se mueve.
-No tienes pruebas.
-Kim…-La miré suplicante y ella me mantuvo la mirada. Sus ojos claros donde antes había brillo y vitalidad ahora estaban vidriosos y sin esperanza, como una muñeca inerte manejada por un titiritero. Esto no podía seguir así, no podía permitirlo. Tan absorto como estaba no me di cuenta de nada hasta que noté la cabeza de Kim apoyada sobre mi pecho, sollozando. Eso me partía el corazón, era una de mis mejores amigas, como una hermana pequeña para mí, y verla sufrir de ese modo por un chico me sacaba de mis casillas.
-Kim, venga, no llores por favor, sabes que no soporto verte así…
-Lo siento pero a veces no puedo evitarlo… Yo no quiero hacer esas cosas pero Jack…-Consiguió decir entre llantos. Se separó de mí y se secó cuidadosamente las lágrimas, con cuidado de que no se corriera el maquillaje.
-Vamos a hacer una cosa ¿vale? Vamos a por un helado y luego vamos a buscar a Louis.
-Vale, gracias Liam.-Me contestó sonriendo, aunque llorando por dentro.
*Narra Kim*
Después de contarle todo a Liam y tras un par de llantos fuimos a la heladería italiana de la esquina y nos compramos un par de helados, luego fuimos a buscar a Louis a su casa. Aunque Lima no sea mi mejor amigo se comporta genial conmigo, a veces parece mi hermano mayor, y le agradezco todo lo que hace por mí. Cuando llegamos a casa de Louis nos recibió su hermana mediana, que nos invitó a pasar al salón mientras avisaba a su hermano. Louis era un poco… despistado, digámoslo así, y no nos llevamos ninguna sorpresa cuando apareció en el salón con la camiseta y en boxers, muy bonitos por cierto.
-Hola chicos, pensaba que no me ibais a venir a buscar.-Dijo Lou mientras bajaba las escaleras de su casa.
-Pues como nos recibas siempre en calzones vamos a dejar de venir a por ti.-Dije acercándome a darle dos besos.
-Hola Liam, ya veo que cuidas bien a la enana.
-¿Qué otra cosa puedo hacer?
-¿Hola? La “enana” está aquí ¿sabéis?-Contesté algo molesta, solo me sacaban 1 y 2 años, no era para tanto.
-Claro que sí… Enana.-Lou me revolvió el pelo y añadió:-Bueno, me pongo los pantalones y salimos por ahí ¿vale? Si queréis llamo a Niall, Deni y Eli para que se vengan.
-Vale, pero date prisa.-Contesté mientras Lou desparecía por las escaleras, para reaparecer a los cinco minutos vestido.
Salimos de su casa y fuimos al centro de la ciudad, donde nos encontramos con Eli de casualidad, que estaba de compras.
-¡Kim! ¡Chicos! ¿Qué tal?-Nos preguntó mientras nos daba dos besos de una forma muy efusiva.
-Bien, ya vemos que tú también estás muy bien ¿eh?-Contestó Lou mientras señalaba el par de bolsas que llevaba colgadas de la mano.
-Ah, sí, bueno, no tenía nada que ponerme…
-Claro que sí Eli -Dije yo poniendo los ojos en blanco- Porque un armario de 4 metros cuadrados no tiene ropa suficiente para ponerse una ¿verdad? – Eli bufó y yo añadí en un tono más bajo: -Ya me lo dejarás ¿eh?
-¿Os parece bien si vamos a buscar a Deni?-Preguntó Liam ansioso.
-Sí que la echas de menos, madre mía…-Contestó Eli poniéndose las gafas de sol y sacando las llaves de su descapotable de su bolso.-Vamos anda, ya la mandamos un whatsapp de camino y la recogemos en su casa.
Nos montamos en su coche y fuimos a buscarla.
*Narra Deni*
Estaba en mi casa estudiando cuando mi Samsung vibró, desbloquee la pantalla y leí el mensaje, era de Eli. Menos mal que me invitaba a salir con ella y los demás, estaba hasta de estar estudiando la lección de física, la odiaba. Rápidamente fui a mi armario y miré entre mis cosas, al final me puse esto y me recogí el pelo con una trenza, me pinté un poco la raya y salí de mi habitación para a bajar a la calle y esperarles allí, a la velocidad a la que va Eli siempre, no tardarían en aparecer.
A los diez minutos vi el coche descapotable de Eli doblar la esquina de mi calle y pararse frente a mi puerta. Me subía en la parte de atrás, al lado de Liam y le di un beso en los labios, hacía dos días que no hablaba con él.
-Hola chicos, ¿dónde vamos?-Pregunté, siempre soy así de curiosa.
-Al mirador, pasaremos la tarde allí.-Me respondió Kim sonriendo. La gustaba mucho ese sitio, fue donde conoció a Lou y, desgraciadamente, a Jack. Todos le odiábamos, todos menos ella, no se daba cuenta de lo cerdo y engreído que es.
Cuando llegamos allí nos llevamos una desagradable sorpresa al descubrir a Jack ya sus amigos allí, pero Jack no estaba solo, estaba con una chica. Otra más.
A Kim se le encendieron los ojos de rabia, apretó los puños y salió dando un portazo del coche, salió corriendo hacia él y le gritó:
-¡Eres un cabrón, cerdo, mentiroso!
Jack se giró y descubrió a su “novia” yendo hacia él, gritándole las mejores lindezas, llena de rabia. Cuando Kim llegó a su altura ni siquiera se molestó en mirar a la chica con la que estaba su supuesto novio, simplemente se plantó frente a Jack
y le dijo con tono desafiante:
-Eres un gilipollas, un cerdo y un mentiroso, no quiero volver a verte en la vida, cabrón.-Y le escupió en la cara. Jack se limpió el salivazo y soltó su mano contra la mejilla de Kim, que cayó al suelo destrozada y dolorida
-¡Kim!-La voz de Lou se oyó más cerca, pero Kim no se giró para mirarle, intentaba reprimir los sollozos causados por el fuerte dolor que salía de su mejilla- De repente se oyó un golpe, y alguien cayó al suelo.
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